Prohibiciones

Prohibido
Prohibido

Prometía hablar de las prohibiciones en un post anterior y no lo he olvidado. Por motivos laborales que no vienen a cuento el otro día empecé a darle vueltas a la cantidad de prohibiciones que existen a nivel local, regional, nacional e internacional en todos los niveles de la vida de una persona y cómo afectan estas prohibiciones a nuestra calidad de vida y como cambian, en nuestro caso, en función de dónde vivas. No quiero parecer anárquico, así que empezaré por admitir que cada prohibición que existe tiene un motivo detrás, si bien no comparto la mayoría de estos motivos.

Estando en Damasco hace unos días me llegó una solicitud de amistad de Facebook al iPhone. Fuí a confirmar que en efecto conocía bastante bien a la persona y, oh! sorpresa, la red que estaba utilizando en Siria tiene censurado el acceso a Facebook. Puedo recibir solicitudes de amistad con la aplicación para el iPhone pero no puedo conectarme para confirmar la solicitud. Empecé entonces a darle vueltas a todo lo que está prohibido, tanto allí como aquí, y, como era de esperar, acabé bastante cabreado.

Resulta que está prohibido que las grandes superficies comerciales abran en domingos y festivos, con lo que muchos estamos condenados a hacer las compras entre el viernes por la tarde y el sábado. También está prohibido que las cadenas de televisión emitan la publicidad que ellos quieran. Sólo pueden emitir una serie de minutos por hora. Está prohibido que en mi oficina, que está dentro del inmueble que he comprado y que es mío, pueda fumar, incluso si estoy en mi despacho. También está prohibido fumar en los aeropuertos, ¿verdad? No. Mentira.

Creo que si vives en una población de menos de 50.000 habitantes, entonces no está prohibido que las grandes superficies abran los domingos. Si la televisión se emite por Internet, tampoco hay límite de anuncios. Si mi oficina está en la comunidad de Madrid, si puede haber zonas de fumadores, como por ejemplo en las cafeterías y, aunque en el aeropuerto de Málaga no se puede fumar, en Barajas hay muchos puntos de fumadores. Peor lo tienen en Barcelona, dónde no se puede fumar en el Prat a no ser que vayas a la sala VIP dónde sí hay zona de fumadores, aunque creo que también han habilitado un patio interior a tal efecto.

Está prohibido que los niños viajes en coche sin la preceptiva silla infantil, pero aparentemente si pueden hacerlo en taxi, autobús, tren o avión. También está prohibido viajar en coche sin el cinturón de seguridad, pero no hay problema en hacerlo en autobús de linea, metro o AVE. Debe ser que la muerte en estos transportes si es políticamente correcta. Está prohibido el proxenetismo pero no están prohibidos los, digamos, hoteles de prostitutas. De igual modo, está prohibido el tráfico de drogas pero no su consumo. Prohibido ir a 160 en un coche moderno pero permitido ir a 120 en una tartana sin medidas de seguridad alguna. Si no pasas por caja, no puedes poner la radio en tu barbería, pero sí en tu cuarto de baño. Si te compras un CD para ponerlo en tu boda te has columpiado: está prohibido. Si lo pones en tu coche no. Una muy curiosa: España es el país con más litoral de Europa, sin embargo, está prohibido amerizar con un hidroavión en el agua. Curiosamente, los hidroaviones en sí tampoco están prohibidos, aunque, como es de esperar, no se venden muchos en España.

Los cocineros tienen prohibido usar tablas de corte y utensilios de madera en los restaurantes. En sus casas no. Una vez en Londres me dolía bastante la cabeza y entré en una farmacia. Pedí un Ibuprofeno de 600 y me dijeron que estaba prohibido dispensarlo sin receta. Pregunté qué me podían dar entonces para el dolor de cabeza y me dieron Ibuprofeno de 400. Como es lógico, me tomé pastilla y media. Un compañero Pakistaní en la universidad en Estados Unidos tenía prohibido tomar alcohol por su religión. Camino de una fiesta paró en una farmacia y compró dos botes de Ni-Quil, que es un jarabe anticatarral con una buena cantidad de alcohol. Le pregunté si se sentía mal y me dijo que no, pero que su religión si le permitía tomar alcohol si era parte de una medicina o un tratamiento. Se agarró un buen cermeño a base de jarabe para la congestión. Está prohibido entrar en las mezquitas en bermudas, pero si estas cubren las rodillas, entonces no. ¿Qué carajo tienen de sexy mis rodillas para tener que cubrirlas?

En Los Ángeles, hace ya unos meses, descubrí que estaba prohibido fumar en la calle. Curiosamente, se podía comprar marihuana en ciertas tiendas de naturopatía. Si vas en coche y fumas está prohibido llevar las ventanas abiertas. ¿Dónde creen estos inútiles que acaba el aire que hay dentro del coche? En muchos sitios está prohibido usar el claxon de madrugada. Sin embargo y algunos que vivís cerca lo sabéis, los bomberos pueden usar la megafonía de su estación a cualquier hora para cualquier cosa, como por ejemplo gritar a las doce de la noche «Tos pa dentro que la cena ya esta!!».

Una última recopilación de anécdotas: En Buenos Aires (y en Argentina en general) está prohibido el juego en su territorio. Sin embargo, hay un casino «atracado» en el puerto. Está flotando, así que no cuenta. En Marruecos está prohibido también el juego, pero si los premios no son en metálico y se los compras al estado entonces no. Los Budistas permiten a sus mujeres entrar en los templos. Si tienen la regla lo tienen prohibido. En la gran mezquita de Damasco las mujeres tienen prohibido acceder al area de los hombres. Si van acompañados de un hombre no. Pero, desde luego, la que me parece que se lleva la palma es una Española: Las mujeres menores de edad tienen prohibido votar. Sin embargo, si pueden abortar sin conocimiento de sus padres.

Actualización 2/Oct: Acabo de leer una noticia que viene al caso y es curiosa: http://www.larazon.es/noticia/8029-en-paris-ya-es-legal-que-las-mujeres-lleven-pantalones

Estado de Miedo (II)

En estos años del cambio climático uno no puede dejar de pensar en las acciones que cada día impulsan los políticos para «concienciarnos» de que debemos dejar un mejor planeta a nuestros hijos del que nosotros mismos nos encontramos cuando llegamos. Desgraciadamente, cualquiera que pueda sumar dos más dos entenderá con bastante claridad que la acción del ser humano por si sóla no puede producir los cambios que los apocalípticos vaticinan.

Parece que ya ha quedado claro que el planeta no se calienta, sino que más bien se enfría. Pero ojo, que el enfriamiento no lo están vaticinando en cientos, ni siquiera en decenas de grados centígrados, sino que los están vaticinando en unidades. Que si un grado más en 25 años, que si grado y medio en 50 años… O sea, estos pseudocientíficos que tienen serios problemas en predecir el tiempo que va a hacer mañana con relativa exactitud nos hablan de cambios de uno o dos grados en el transcurso de las próximas décadas y nosotros, que somos torpes e ignorantes, nos lo creemos. Pero lo mejor, lo que más impacta, es que se atreven a predecir lo que va a ocurrir como consecuencia directa de este cambio en un par de grados durante cinco décadas. Digo que son pseudocientíficos porque en realidad, el tiempo que hará y el climá que esperamos se basa en predicciones no en certezas. O sea, se analizan los históricos y se intenta predecir que ocurrirá en función de lo que ha ocurrido otras veces y de lo que suele ocurrir cuando se dan una serie de fenómenos atmosféricos. Sin embargo, la naturaleza en su conjunto es mucho más que borrascas y anticiclones. La naturaleza es ganado, volcanes, placas tectónicas, flora y fauna en general y un sinfín de factores que, sin duda, alteran el producto y que están, al menos de momento, fuera de nuestro control. Y el ser humano, es un inmensa complejidad, no es sino una pequeña parte de la naturaleza. He oído a idiotas defender que el ser humano es el ser predominante de nuestra época. Obviamente no habían oído hablar de las bacterias.

La clase política en general oculta su mediocridad bajo el «Estado de Miedo». Ya lo dije en el post precedente y ahora lo reitero. Como no tenemos problemas en occidente en general y en España en particular, vamos a dedicarnos a preocupar al currito de turno para que no esté pendiente de nosotros. De este modo, señores ciudadanos, sepan ustedes que lo importante no es la crisis, ni el desempleo, ni la nefasta política europea que axfixia al tercer mundo a base de subvenciones a los productos propios, no, ni siquiera los sindicatos y la patronal son importantes. Lo importante es poner el aire acondicionado a 26 grados, para pasar calor; poner la calefacción a 20, para pasar frío. Cambiar las bombillas de filamento que consumen mucho por las de bajo consumo (hechas con plomo), que son altamente contaminantes pero consumen poco. Lo importante es ir en bicicleta (otra vez!) y no en coche para llegar hecho un guarro al trabajo. Lo importante es apagar los aparatos electrónicos y no ponerlos en «stand-by» vaya a ser que los 0,1 watios que consumen en este estado acaparen la capacidad de toda la red generadora. Lo importante es que, aunque las centrales nucleares no contaminan son supuestamente peligrosas y por tanto generar energía con centrales de combustible fósil o de ciclo combinado es mucho mejor, aunque contamine.

Las energías renovables, hoy por hoy, son deficitarias. Pero eso no es importante, vamos a potenciarlas con tu dinero, pequeño currito, y tu te jodes y pasas calor en verano y frío en invierno porque lo importante es el respeto al medio ambiente, al menos cuando a la clase política le interesa porque para volar en Jet Privado, para llevar coches de gran cilindrada que pagamos todos, para usar miles de toneladas de papel cada año en mitines, carteles y demás, para eso, no hay problema con contaminar. Y claro, luego están las cumbres. Occidente le pide a oriente que cumpla una serie de protocolos para supuestamente preservar el planeta. Pero occidente no se pone en la piel de Oriente. Yo si me pongo. Y me imagino siendo la cuarta generación de unos pequeños comerciantes de una ciudad oriental que, tras esfuerzos y sacrificios durante décadas hemos prosperado algo y hemos podido comprado el primer coche en la familia para sustituir al cansado burro, o quizás el primer aire acondicionado para sustituir al ventilador. Pero ojo, que no debemos ponerlo muy frío en verano ni muy caliente en invierno, vaya a ser que contaminemos mucho. O sea, mi bisabuelo comienza un pequeño negocio, mi abuelo se parte la espalda para continuar con el y darle a mi padre una tiendecita establecida que por ende yo heredo y permite que mi familia viva mejor y, cuando por fin me llega el momento de ser un poco como occidente lleva siendo toda la vida, justo entonces cuando puedo permitirme algunos pequeños lujos, tengo que renunciar a tener coche para viajar por la ciudad, nuevamente, en transporte público y debo pasar calor en verano y frío en invierno porque no es políticamente correcto usar un climatizador.

Pero en nuestro inagotable cinismo pedimos a oriente que nos fabrique a precios bajos los productos que consumimos. El colmo de la desfachatez es cuando mandamos a oriente construir las placas solares que necesitamos para ahorrar energía muy a sabiendas de que la cantidad de energía que algunas de estas placas necesitan en su fabricación es mayor que la energía que producirán en su ciclo de vida. Y no se dejen engañar, el ciclo de vida no es el que el fabricante pone en el papel que entrega, es el ciclo efectivo de duración de la tecnología hasta que es sustituida por otra presumiblemente más avanzada, o ¿acaso si encendiésemos los Amstrad, Commodores y Spectrum ahora estos no funcionarían?

Lo cierto es que la clase política no es profesional. No se trata de gestores con formación. Son meros captadores de votos. Los de un lado, los del otro y los del medio, si bien es cierto que unos más que otros. En realidad se esfuerzan continuamente en crear problemas donde no los hay, aplicando soluciones que a priori saben son inútiles, de manera que perpetúan el problema para creerse necesarios en la búsqueda de una nueva solución y poder perpetuarse en el poder, en cualquiera de ellos, incluso en la oposición. Y, sin embargo, como casi siempre, la solución es mucho más sencilla de lo que parece. Ya lo dijo alguien: No hay problemas complicados sino personas incapaces.

Estado de Miedo (I)

El principal peligro de pasar muchas horas volando es el tiempo que uno tiene para leer y para pensar. Es justo admitir que unos virajes inesperados, una súbita reducción de potencia durante el ascenso, algún crujido de un tren de aterrizaje poco lubricado o incluso un pasajero que nos parece sospechoso agarrando una bolsa de plástico como si le fuese la vida en ello a veces nos ponen un poco nerviosos, pero al final son circunstancias poco peligrosas. Sin embargo, cuando uno tiene tiempo de leer con la tranquilidad propia de quién sabe que no puede ir a ningún lado durante unas horas, la mente se relaja y se empiezan a enlazar ideas con una facilidad pasmosa. Llevaba tiempo queriendo escribir algo sobre el Estado de Miedo permanente en el que vivimos y finalmente he tenido la oportunidad de enlazar unas cuantas ideas volviendo de Oriente Próximo que me permitan expresar lo que pienso al respecto.

Para los que hayan leído «Estado de Miedo» de Michael Crichton, este post no es más que una continuación de sus ideas finales. Para los que no lo hayan leído, lo mejor que pueden hacer es salir corriendo a comprarlo de inmediato (también sirve una visita rápida a Amazon para encargarlo). Dice Crichton en sus conclusiones del epílogo que vivimos en un permanente «Estado de Miedo» producido por una clase política y burocrática mediocre que centra el foco de atención social en un problema aparentemente apocalíptico para ocultar su propia ineptitud. Pero esto no es una novedad, sino que viene haciéndolo desde hace mucho tiempo. En mi caso puedo constatar como en cada etapa de mi vida ha existido un Miedo Social instaurado y los que sean de mi generación podrán identificarlos rápidamente.

Cuando estudiaba la E.G.B., a finales de la guerra fría, el miedo instaurado era la posibilidad de una Guerra Nuclear. Día si, día también, aparecían personajes en el telediario que estaban construyendo sus refugios nucleares seguros del desastroso final de la sociedad tal y como la conocíamos. Almacenaban agua, víveres, linternas, baterías, gasolina y todo tipo de cosas que se antojaban necesarias para permanecer encerrados en un zulo de hormigón armado durante meses o incluso años. Ahora me pregunto cómo hubiesen sobrevivido sin Internet, sin poder narrar en Twitter su día a día, sin saludar a los amigos en Facebook y sin recibir miles de spams en el correo electrónico. Obvia decir que los bunkers no tenían Wi-Fi porque Wi-Fi ni siquiera era una palabra entonces. El principio del derrumbe del lado «oscuro» acabó en buena medida con la teoría apocalíptica.

Unos años después, conforme se reducía la tensión entre ambos bloques, el problema se trasladó al petróleo. Alguna mente preclara decidió que el petróleo se iba a acabar más o menos en el año 2.000 y que, una vez más, se iba a producir el fin de la sociedad como se conocía entonces, o sea, con pantalones de campana, música disco, pelos a lo afro y con mucha heroína. De esa época datan muchos carriles bici en las ciudades dado que se preveía que los coches no podrían circular por falta de gasolina. Bueno, creo que los Emiratos Árabes Unidos, Venezuela, Canadá y otra serie de países han demostrado que hay petroleo de sobra sin que, afortunadamente, se hayan mantenido los usos y costumbres de los ochenta.

Después llegó el agujero de la capa de Ozono. ¡Pasen al horno que nos vamos a tostar todos juntitos! ¿Cuántos telediarios vimos aquellos días abriendo con la noticia estrella? ¿Cuántas fotos de satélite (que en aquella época eran una novedad) ¿Cuántos gráficos y opiniones de los expertos, documentales y predicciones? Bien, tras cambiar el gas impulsor de todos los aerosoles del mundo, tras cambiar el gas de todos los compresores de coches, aires acondicionados, neveras, etc. nos dimos también cuenta de que el agujero de la Capa de Ozono no era algo nuevo, producido por el hombre, sino que por el contrario había indicios de que databa, al menos, de la época de Jesucristo y que, para colmo, no se creó por acción del ser humano sino de la propia naturaleza. Cuando uno se para a pensarlo, sólo un ser humano puede ser tan pretencioso como para pensar que cada vez que se lubrica con un poco de Axe está inexorablemente acabando con la sociedad tal y como se conocía entonces, o sea, con peinado a lo Steven Seagal y coleta, pantalones ajustados, gafas de aviador (que parece que han vuelto) y demás.

Mientras si, mientras no, llegó el año 2000 y el terrible efecto 2000! Aviones que iban a dejar de funcionar en pleno vuelo, ordenadores que perderían todas las finanzas de todos los organismos de la tierra, relojes que dejarían de contar, sistemas telefónicos que se apagarían sin más, y un sin fin de predicciones enfocadas, como no, al fin de la civilización como la conocíamos entonces.

Ya con uno de mis hijos en el mundo me ha tocado vivir también la panochada del calentamiento global, el palo de hockey invertido y los gases de efecto invernadero. Uno se preguntaría facilmente si detrás de toda esta histeria colectiva no hay un fabricante de gases porque de un modo u otro, siempre hay un gas de por medio, pero claro, se expondría a ser adecuadamente catalogado como paranóico. No malgastaré palabras para rebatir todas las estupideces al respecto del calentamiento global pero si dejaré claro que la historia reciente nos ha demostrado que nuestro planeta, lejos de calentarse, parece que se está enfriando. Pero como las mentes preclaras necesitaban vaticinar, una vez más, el fin de la sociedad tal y como la conocíamos entonces, no fue suficiente con demostrar que la teoría era incorrecta. No se preocupen que ya llegamos. Estamos en el presente: Bienvenidos al Cambio Climático!