Todavía más mediocres

Logo Financiado por Kickstarter
Logo Financiado por Kickstarter

El otro día escribía un post titulado Mediocres, S.A. acerca del proyecto de ley de fomento de la financiación empresarial que maneja el [des]gobierno. En él denunciaba que el gobierno está trabajando en una ley para volver a atizar a los emprendedores, a los creativos y a los micro empresarios de este país. No contentos con dificultar el acceso a la financiación pública, nuestros mediocres gobernantes se han propuesto acabar con la micro financiación privada. No se acostumbre a ver el logotipo de la izquierda en este país de mediocres…

Lo cierto es que el artículo no ofrecía demasiados datos concretos del impacto que tendrá esta ley, entre otras cosas porque no disponía de los datos cuando lo escribí. Sin embargo, la diosa fortuna ha hecho que esos datos lleguen ellos solitos a mi bandeja de entrada en forma de correo electrónico remitido por Kickstarter, la web de crowdfunfing más grande del mundo. En mi artículo comentaba que en algunas ocasiones he aportado mi granito de arena a algunos proyectos que se han financiado de manera privada siguiendo este modelo y lo he hecho precisamente a través de esta popular web, referente del sector.

Pues bien, quiero compartir los datos que acaba de hacer públicos Kickstarter para que tengamos una idea de como el [des]gobierno quiere regular -más bien atrofiar- un importante motor emergente de la economía en otros países justo cuando empieza a hacerse popular en España. El correo electrónico original con todos los datos en inglés está disponible aquí para quien lo quiera leer.

Desde su creación, Kickstarter ha logrado recaudar más de 1.000 millones de dólares para inversiones en nuevos proyectos. En total, 5,7 millones de personas han invertido en los proyectos anunciados en la popular web. Lo interesante de este dato es que más de la mitad de ese dinero se ha recaudado en los últimos 12 meses, algo que muestra claramente el crecimiento y potencial de este modelo. Creo que esto es precisamente lo que ha hecho que el [des]gobierno pretenda cargárselo. Imagínese, ¡conseguir financiación para su proyecto sin engordar las arcas del Sr. Botín y sin pasar por caja para dar nada a los políticos! ¡Qué osadía!

¿Pero es esto una tendencia mundial o sólo los yanquis hacen esto? Pues mire, los 5,7 millones de personas que hemos invertido en estos proyectos venimos de 224 países y territorios de los 7 continentes. Dice el [des]gobierno, como siempre, que su ley es para proteger al pequeño inversor, claro, claro… Este modelo es tan malo y tan peligroso sin la pertinente regulación que de los 5,7 millones de personas que hemos invertido sin regulación alguna en al menos un proyecto, 1,7 millones, el 30%, hemos repetido experiencia. Cualquier negocio de Internet sufre por tener una tasa de repetición del 5% y estos señores de kickstarter barajan una tasa de repetición superior al 30%. Lo más curioso: casi 16.000 personas han invertido en más de 50 proyectos. Ya podemos hablar de profesionales del crowdfunding.

De los 1.000 millones de dólares recaudados, 619 millones provenían de personas que ya habían invertido en otros proyectos. O sea, el 62% del capital invertido proviene de personas con buenas experiencias previas.

El día que se lanzó Kickstarter, el 18 de Abril de 2009, 40 personas invirtieron 1.084 dólares en 7 proyectos, a una media de 155 dólares por proyecto. El 13 de marzo de 2013, apenas 4 años después, 54.187 personas invirtieron un total de 4.029.586 dólares en 1.985 proyectos distintos, a una media de unos 2.000 dólares por proyecto. Ahí tienen ustedes la progresión de un mercado y un modelo empresarial absolutamente explosivo.

En estos escasos 5 años, esos 1.000 millones de dólares han ido a financiar, entre otras cosas, documentales, juegos de mesa, obras de teatro, miniordenadores Arduino, libros de arte, exhibiciones fotográficas, espacios públicos, plataformas de código abierto, libros de cómic, musicales, lámparas, piscinas, restaurantes, esculturas, camiones de alimentos, cuartetos, vídeos de animales domésticos, carteras finas, películas de terror, libros de poesía, novelas gráficas, videojuegos, satélites, miniaturas, albums de hip-hop y el instituto Marina Abramovic. Esto es sólo una muestra de lo que nos perderemos en España por culpa de los inútiles que tenemos tomando decisiones que malgastan su tiempo y nuestro dinero creando leyes y más leyes, reglas y más reglas, normas y más normas, que solo sirven para empobrecer a los de siempre y enriquecer a los de siempre.

Quiero acabar este post traduciendo el mensaje final de Kickstarter. Es el espíritu emprendedor hecho verbo. Justo lo contrario de lo que promueven los mediocres politicuchos que nos [des]gobiernan:

«Cualquier cosa que tengas en mente, ¡hablemos! 1.000 millones de dólares significa que las personas tienen interés en las nuevas ideas, y que compartiendo las ideas con nuestros amigos, con nuestros familiares y con todo el mundo en Internet, podemos conseguir cosas realmente extraordinarias. Celebramos todas las ideas geniales que ha habido en todo el mundo y todas las que quedan por llegar, agradeciéndoos a todos que seáis como sois. Mil millones de gracias.»

Y ojo, sólo un apunte más: Kickstarter es sólo una de las numerosas plataformas serias de crowdfunding que existen. Si piensan hacer números, hágalos incluyendo a todas.

 

 

Invirtiendo con el culo

La verdad sobre el saneamiento de Bankia
La verdad sobre el saneamiento de Bankia

«Oiga, ¿me regala 15.000 millones de euros? -¿Para qué? -Para tirarlos por la alcantarilla. – Vale, firme aquí y pase por caja a recojerlos.»

No veo diferencia alguna entre esta conversación y la que están manteniendo en el gobierno para inyectar (más de) 15.000 millones de euros en Bankia. Fráncamente, no me entra en la cabeza. La última vez que miré, Bankia era una empresa privada que cotizaba en la bolsa y por tanto tiene dueños con nombres y apellidos o con razones sociales. También está sujeta, al menos, a dos reguladores. Vaya por delante que no soy experto en finanzas pero eso no me impide hacer cuentas básicas. La primera que hago es preguntarme si tiene sentido inyectar 15.000 millones de euros en una empresa cuyo vayor es, según su página web, 3.130 millones de euros. De entrada, algo no me cuadra aquí. Pero sigo leyendo su información bursátil y me quedo en estado semi-catatónico cuando compruebo que el beneficio por acción es de 20 céntimos. ¿Quiere esto decir que van a inyectar 15.000 millones de euros de dinero público en una empresa que paga dividendos a sus accionistas privados? El Santander ganó en 2011 unos 5.500 millones de euros y repartió 60 céntimos por acción. Por favor que alguien me clare este silogismo porque yo no lo entiendo.

Pero olvidémonos de Bankia por un momento y centrémonos en los 15.000 millones de euros. ¿De verdad no hay una mejor forma de invertir 15.000 millones de euros de dinero público? Esperen, déjenme dar antes un paso atrás. Cenamos cada día con las noticias sobre la subasta de deuda pública y la prima de riesgo. En cristiano, asistimos al encarecimiento de nuestra deuda debido a que con buen criterio los Alemanes no quieren hacerse responsables subsidiarios de ella. Son Alemanes, no gilipollas. Entonces, ¿quiere esto decir que no tenemos los 15.000 millones de euros que pretenden inyectar en Bankia y por tanto tenemos que pedirlos prestados a un alto interés para regalárselos a esta empresa privada? Será que con los años me vuelvo cada vez más tonto, porque la verdad, tampoco entiendo esto. Yo siempre pensé que para regalar algo la premisa principal consistía en ser poseedor del bien a regalar primero.

Ahora si, veamos que se puede hacer con 15.000 millones de euros. Pienso en voz alta… 5 millones de parados. Sueldo medio en españa en torno a los 1.200 euros. Seguros sociales de ese sueldo en torno a 480 euros. Con 15.000 millones de euros se podrían pagar los seguros sociales de los parados. Se podría incentivar la contratación de personas en paro, eximiendo a las empresas de la obligación de cotizar por ellos y asumiendo el estado el coste. Si el sector privado contratase a los cinco millones de parados, con los 15.000 millones de euros podríamos pagar 6 meses de seguros sociales de todos ellos. Si se contratasen a la mitad de los parados, podríamos pagar un año. Si se contratase a 1 millón de parados, podríamos pagar sus seguros sociales durante más de dos años y medio. No me parece mala medida para revitalizar el mercado laboral. Con 15.000 millones de euros se puede pagar el sueldo y los seguros sociales de 1 millón de trabajadores durante nueve meses. Tampoco sería mala medida para reactivar el mercado laboral.

Hoy me siento Irlandés. Debe ser porque la principal aerolínea que opera en España es Ryanair, que cuenta con una flota de 275 aviones Boeing 737-800 a nivel mundial. Cada uno de ellos vale nuevo, a fecha de hoy, unos 67,3 millones de euros. Con 15.000 millones de euros se pueden comprar unos 220 Boeing 737-800. Igual el Estado Español podría crear una aerolínea pública que le hiciera frente a nivel mundial a Ryanair dado que Iberia, con sus 158 aeronaves incluyendo las de Air Nostrum, no es capaz de hacerlo en el mercado nacional. Quizás Iberia debió hacer caso en su momento a la comisión técnica que recomendó la compra de los Boeing 737 en lugar de hacer caso a los políticos euroestúpidos y comprar los Airbus 320. ¿Quién sabe si la situación hoy sería la misma?

Con 15.000 millones de euros también se puede investigar mucho. ¿Cuanto? Veamos… Hablo en sueldos anuales: Supongamos un Jefe de Proyecto a medio millón de euros. 5 Jefes de Sección a 300.000 euros. 20 Jefes de equipo a 150.000 euros y 200 investigadores a 60.000 euros. Qué bien pago, ¿eh? Todo un completo equipo de investigación compuesto por 226 científicos con un coste salarial anual de 17 millones de euros. Añadimos seguros sociales y tenemos un coste de personal de 23,8 millones de euros. Me he levantado generoso. Vamos a redondear a 30 millones de euros para incluir costes de operación y ayudantes, celadores, administrativos, conserjes, etc. Es asombroso lo que cunde el dinero cuando no se pule en coches oficiales, comidas con los sindicatos, putas y cocaina. Bien. Dotemos a los investigadores de medios: un edificio para albergar el centro de investigación por 100 millones de euros, un completo lote de equipamiento y material para investigar por 1.000 millones de euros y, voilá, por un coste de 1.500 millones de euros tenemos un complejo de I+D+i en funcionando durante más de 13 años. Con 15.000 millones, podríamos tener 10 de estos centros repartidos por España. Se crearían más de 3.000 puestos de trabajo directos y sólo Dios sabe cuantos indirectos derivados de los descubrimientos y avances que en ellos se produjese. ¿No parece esto mejor idea que inyectar los 15.000 millones en Bankia? A mi, desde luego, si.

Pero si lo que el Estado Español quiere es jugar a ser inversor bursátil generando deuda cara al conjunto de los españoles, se me ocurren apuestas más seguras que Bankia. A bote pronto, analicemos Apple. Si mis cálculos no fallan, Apple vale en bolsa aproximadamente 400.000 millones de euros. Con los 15.000 millones que vamos a enterrar en Bankia, podríamos comprar el 3% de Apple y convertirnos en accionistas de referencia . ¿Qué sería más rentable? Apple-Bankia, Bankia-Apple… mmmmmmm…. tengo que meditarlo…

La Maldita Guerra

Desolación
Desolación

En más de una ocasión vi a mi abuela Conchita sollozar la frase «esa maldita guerra destrozó nuestras vidas» con los ojos absolutamente inundados en lágrimas de rabia contenida cada vez que salía el tema de la guerra y la posguerra. Empiezo a tener un sentimiento parecido al suyo acerca de esta crisis.

Ciertamente no se ven cadáveres en las cunetas ni hay bombardeos en las ciudades, pero esta situación está arruinando la vida de millones de personas. En los últimos meses, soy cada vez más consciente de situaciones límite a mi alrededor. Personas que han trabajado duramente para labrarse un futuro durante años, que han pagado impuestos religiosamente y que han contribuido de manera activa al sostenimiento del mal llamado estado del bienestar, comprueban con estupor como todo lo que habían conseguido se esfuma por el retrete al mismo ritmo con que algunos políticos compran cocaina con dinero público u otros se hacen retratos en el congreso. Es jodidamente grotesco.

Familias arruinadas, negocios que cierran, personas físicamente desmejoradas y anímicamente machacadas… este panorama no es muy diferente al de la guerra, armas y muertos aparte. Ya no se trata únicamente de poder permitirse esto o aquello. Se trata de tener verdaderas dificultades a la hora de llegar a fin de mes. Lo vi en algún amigo al principio de la crisis. Lo vi en otros pocos en el último año; pero en estos últimos meses, me encuetro con gente por todas partes que está bien jodida. No me refiero a que les haya bajado el trabajo o los ingresos. Me refiero a que se hayan extinguido ambos.

Conforme los damnificados van quedando en el camino, la carga se hace más insoportable para el resto e, indudablemente, llegará el momento en que será imposible de soportar. Porque, paralelamente a la merma generalizada de ingresos, aquí nos suben casi a diario los costes de producción.

Esta mañana (por el miércoles, que es cuando he escrito esto), camino a mi oficina, he parado a repostar combustible. 85 litros, 125€ mal contados. Si alguien me dice hace diez años que llenar el coche me va a costar 21.000 pesetas le digo que está loco. Después, un par de kilómetros pasado el Clínico dirección Cártama, me ha pillado un radar móvil camuflado en un coche del que sobresalía ligeramente una escalera por una ventanilla. 139 Kmh/h en zona de 100 Kmh/h. 300€ de multa, otras 50.000 pesetillas de nada. ¿Por qué la Autovía del guadalhorce es zona de 100 km/h? Mi desplazamiento al trabajo en el día de hoy me ha salido por 425€, unas 70.000 pesetas. Hace diez años esto era impensable, pero lo que es devastador acerca de esta crisis es que hoy, hay mucha gente que gana menos de lo que ganaba hace diez años, si es que todavía ganan algo. Ayer mismo me decía un amigo, con bastante buen humor y capacidad de autocrítica, que se había convertido en un «Nuevo Pobre» y que lo lleva mucho peor que cuando se hizo Nuevo Rico, aunque con menor preocupación, pues dice que prácticamente no le queda ya nada más por perder.

Este estado feudal en que nos hemos convertido, con una clase política erigida en señores recaudadores que malgastan el dinero obtenido con el esfuerzo de los plebeyos -que somos todos los demás- tiene a los banqueros ejerciendo de clero medieval apoyando sus barbaries. Mucho me temo, que de no dar un giro radical a nuestra actitud, de esta guerra no nos libra nadie… a ninguno. Y desde luego, con esta huelga, menos.

Lengua defectuosa

Lengua Defectuosa
Lengua Defectuosa

En Cataluña hay gente maravillosa, mucha además. Durante una época de mi vida tuve una relación estrecha con mucha gente de cataluña y guardo un bonito recuerdo de aquella época y de todas esas personas. Mi preferencia por los vinos espumosos durante la comida y los vermús en los apertitivos son fruto de esa etapa.

Desgraciadamente, de una época a esta parte y haciendo gala de una mente bastante reducida, la casta política de Cataluña está maltratando la región de todas las formas imaginables y de las maneras que todos conocemos. En el tema del idioma, siempre he pensado y sigo pensando que no hay nada malo en el exceso de conocimiento, por lo que me parece magnífico que los niños allí aprendan, además de castellano, catalán, inglés o cualquier otro idioma por el que tengan curiosidad o sientan atracción. Ahora bien, tan amigo soy de las oportunidades como enemigo de las prohibiciones y, no nos engañemos, el uso del castellano en Cataluña va camino de estar prohibido en todos los ámbitos (recordemos que en algunos ya lo está).

El objetivo de este post, en cualquier caso, no es repetir lo que todos los que tenemos un par de neuronas sabemos acerca de la estupidez absoluta de este tipo de normas en contra del castellano -idioma que, recordemos, hablan unos 500 millones de personas como primera lengua, es el segundo en uso del mundo por detrás del chino y es uno de los 6 idiomas oficiales de la O.N.U.-, sino más bien llamar la atención sobre las nefastas consecuencias que la política de «lengua defectuosa» (me niego a llamar política lingüística a las normas sin sentido que rigen en la región) está teniendo en cataluña. Como una imagen vale más que mil palabras, ahí va la imagen:

Cartel en el Centro de Salud
Cartel en el Centro de Salud

Este cartel, fotografiado hoy en un centro de salud de Cataluña, nos da una idea de cual es la situación: La administración hace un esfuerzo por obviar la realidad (el castellano lo habla allí casi todo el mundo) y usa en centros oficiales lenguas como el árabe o el inglés en lugar de usar la lengua materna de una ingente cantidad de personas allí, que no es otra que el castellano.

Supongo que el texto en catalán está correctamente escrito. De árabe ando regular, pero de inglés no voy mal del todo y ahí me han dado. ¿Quién demonios es el enterado de turno que ha redactado la traducción al inglés? Creo que no se puede traducir peor! No voy a poner aquí todos los errores que hay en la traducción porque este post se haría eterno, pero creo que quedan de manifiesto la mayoría de manera clara con tan sólo leerlo una vez.

En realidad, este cartel no es más que el reflejo de lo que está ocurriendo allí: Estos políticos prefieren hacer el ridículo permitiendo la redacción patética en un idioma que aparentemente desconocen antes que redactar correctamente en un idioma que conocen y, además, habla más gente que el primero… allí y en el resto del mundo.

¿Cómo se puede ser tan anormal como para pretender que en Cataluña hay más gente que habla árabe o inglés que castellano? Si todos los Catalanes hablasen inglés así y no hablasen castellano, mal futuro tendrían en el panorama de la economía global. ¿Porqué se creen estos imbéciles que expresarse en castellano es algo malo para ellos cuando, en realidad, les abre la puerta a unos 500 millones de personas? ¿Qué mente pueblerina y retrógrada cree que restar conocimientos es mejor que sumarlos? Estas preguntas, a mi entender, tienen una sóla respuesta. Los políticos nacionalistas catalanes tratan de crear una sociedad en la que el conocimiento sea reducido a la idiosincrasia local como manera fácil y práctica de perpetuarse en el poder. Si sólo enseño lo que yo defiendo, me convierto en tu única alternativa.

Se trata, en definitiva, de una manera terrible de jugar con el futuro de muchas personas y condicionar lo que podrán llegar a ser en su vida. A mi me parece deplorable.

Servicios Públicos

Políticos
Políticos

Una tarde soleada de primavera de hace unos veinte años salíamos de la casa de la familia de Jaime en Holliston, Massachusetts, en el Jeep Grand Cherokee que conducía el padre de Jaime (Jim, creo recordar). Al llegar al final del camino que transcurría desde el garaje hasta la carretera vimos un coche de policía estacionado en el sendero, con el radar puesto controlando la velocidad a la que pasaban los vehículos, con la intención de multar a todo aquel que superase el límite establecido en más de un 15%, como es allí habitual. Jim acercó el Grand Cherokee hasta el coche patrulla y se detuvo. Jaime y yo nos sorprendimos al verle bajar la ventana y, al menos yo, pensé que debía conocer al policía de algo y se disponía a saludarle. Sin embargo, cuando el agente bajó su ventanilla, Jim le dijo con mucha tranquilidad y sosiego: «Buenas tardes agente. Saque ese vehículo público de esta propiedad privada de inmediato». El agente afirmó con la cabeza, subió la ventanilla y sacó el coche del camino perdiéndose en la carretera.

Los «padres» que tuvimos en Estados Unidos nos enseñaron muchas cosas. Por norma general, lecciones magistrales de civismo, democracia y patriotismo. Desgraciadamente, muchas de esas enseñanzas aquí no se pueden aplicar.

Cuando le preguntamos a Jim porqué se había «arriesgado» a ese encontronazo con el policía, nos dijo que el sistema estaba para que todos lo cumplieran, incluido el policía, que no estaba ni fuera ni por encima de la ley. Igual que el agente tiene derecho a utilizar su radar para multar a los ciudadanos, él tenía derecho al respeto de su propiedad privada, en este caso su parcela. Y, por encima de todo, no lo veía como un riesgo porque, como nos recordaba, el lema de la policía es «Servir y Proteger» al ciudadano como él («To protect and to serve»), no incordiarlo. El agente tenía trabajo porque ciudadanos como él trabajaban y pagaban sus impuestos. El coche patrulla, era tan suyo como del vecino o del propio agente, si es que este era vecino del mismo pueblo. Y si un agente le importunaba, siempre con la razón en la mano, podía ir al ayuntamiento a denunciarlo con la certeza de que, si le daban la razón, el agente acabaría en la calle. De ahí que el policía en cuestión no pusiese pega alguna para quitar el coche patrulla del camino de Jim. A fin de cuentas, era consciente de su posición como empleado público y su deber y respecto hacia quien le paga su sueldo.

Hace unos días llegó a mis manos una carta de pago del «Property Tax» norteamericano, que viene a equivaler al I.B.I. español. Lo primero que llama poderosamente la atención es que la carta de pago no está redactada de manera amenazante ni tiene letra pequeña alguna. Todo está bastante claro. Existe un cuadro con fechas y cantidades en el cual se indica al ciudadano, en función de sus posibilidades de pago, las distintas cantidades que deberá hacer efectiva en función del mes que le venga bien pagar. En otras palabras, en lugar de obligarte a una fecha concreta le dan 6 meses para pagarlo y le aplican un pequeño porcentaje de intereses en función del mes en que lo haga efectivo, sin multas, penalizaciones desmesuradas ni mayores problemas. El cálculo que he hecho sitúa el interés en una T.A.E. que ronda el 3,00%, lo cual parece bastante razonable.

La segunda cosa interesante que llama la atención es el desglose del impuesto. La cantidad a pagar sale de un cálculo mostrado en el que, de frente y con transparencia, le dicen al contribuyente dónde van a parar las cantidades que abona y de dónde salen las mismas. Creo que merece la pena que copie aquí la traducción del desglose a efectos informativos:

Total del Impuesto: $1.229,64 (si se paga en Marzo; menos si se paga antes), de los cuales:
a) $355.43 –> Resto de Gastos operativos diversos del condado
b) $496.59 –> Gastos del sistema público de enseñanza
c) $121.24 –> Gastos del sistema de transporte público de los colegios
d) $79.65 –> Gastos del parque de Bomberos del condado
e) $21.93 –> Gastos del sistema de abastecimiento de agua
f) $10.72 –> Control de plagas y mosquitos del condado
g) $62.00 –> Recogida de Basura
h) $35.08 –> Alumbrado público
i) $47.00 –> Saneamiento público

Curiosamente, no aparecen partidas para comprar coches blindados ni para subvencionar nada privado, y la mayoría del impuesto se invierte en futuro, o sea, en educación. Me decía hace poco un amigo en Miami que paga muchos impuestos por su casa, pero que cuando ve el sistema público de enseñanza del que disponen, al cual lleva a sus niños, está muy contento de pagar lo que paga y considera cada céntimo bien invertido. Yo, por mi parte, y como amante de los coches de lujo, estoy muy orgulloso de los coches en que se pasean nuestros políticos mientras pago, aparte, el autobús del colegio de los míos.

En esta vieja Europa y en concreto en la decadente España, venimos a pagar los mismos impuestos que los Estadounidenses. Sin embargo, los servicios públicos de aquí son en gran medida un desastre. Los empleados públicos son intocables y todo lo que huela a público lleva un sobrecoste tremendo para que una larga lista de intermediarios y políticos chupen del frasco, descaradamente y con absoluta impunidad.

Nosotros, los ciudadanos de a pié, somos los que con nuestros impuestos, directos e indirectos, pagamos todos los gastos del estado y las tropelías de los políticos. Nosotros somos los que, con nuestra pasividad, permitimos que no exista transparencia en el modo que se gestionan y gastan los ingresos provenientes de nuestro esfuerzo. Nosotros, con nuestra permisividad, somos los que permitimos que los empleados públicos, esos a los que pagamos su nómina cada mes, nos traten con la punta del pie si es que tienen a bien ir a trabajar.

Nosotros, en definitiva, somos los principales valedores de un sistema injusto, caótico, desmesurado y fuera de control en el que el ciudadano es hostigado diariamente con impuestos de todo tipo que sirven para que una casta creciente de caraduras y holgazanes vivan a cuerpo de rey usando vehículos que en su vida laboral, si es que alguna vez la tuvieron, no hubieran visto más que en revistas especializadas, fumando habanos (ellos si pueden fumar) en sus aviones y helicópteros oficiales que pagamos los demás, mientras mucha gente, con más del 75% de impuestos al carburante, no puede utilizar su vehículo privado porque no le llega para gasoil.

Los comedores sociales (muchos de ellos privados porque no hay suficientes públicos) abarrotados de familias mientras estos sinvergüenzas se gastan los ingresos del estado en traducirse sus cansinas y repetitivas conversaciones de un dialecto mal hablado a otro. El dinero del estado se dilapida en las más absurdas partidas (pistas de pádel en pueblos abandonados, aseos públicos en aldeas con 14 habitantes, metro, aeropuertos y estaciones de alta velocidad en localidades que ni por asomo los necesitan…) y nosotros, los que financiamos el dispendio, aguantamos a diario las subidas generalizadas de este atraco a mano armada que los caraduras han venido a denominar Estado del Bienestar. Lo cierto es que, refiriéndose a ellos mismos, han dado con el término adecuado.