Kinectados

Jugando con Kinect
Jugando con Kinect

El pasado día 10 se ponía a la venta Kinect en España. Como me pilló trabajando en Madrid, tuve que esperar al día 11 para comprarlo 🙂 . Tantos meses leyendo sobre «Project Natal» habían abierto mi apetito consumista hasta límites insospechados. Como vienen las Navidades y muchos os tenéis que plantear qué comprar, este post va dedicado a explicar qué es realmente Kinect y para que puede utilizarse en la vida real.

Para empezar, Kinect no es un aparato que tenga delimitada una edad de uso específico. No sé lo que recomienda Microsoft, su fabricante, pero yo creo que a partir de 3 años y sin límite superior, cualquiera puede usarlo. Esto quiere decir que, estas navidades, sirve como auto-regalo, como regalo para la pareja, para los hijos e incluso de los abuelos a los nietos o de los nietos a los abuelos. Ojo, algo me dice que este puede ser el típico cacharro que se agote a velocidad de vértigo en las tiendas durante la temporada de compras. Se me antoja una agresiva campaña comercial de cara a Navidades y, como de costumbre, menos unidades disponibles que la demanda creada, especialmente porque sale por debajo del precio que se estimaba cuando aún estaba en desarrollo.

Kinect
Kinect

Lo primero que llama la atención en Kinect es su tamaño. Teniendo en cuenta todo lo que incluye este cacharro (una cámara de video convencional, una cámara de video de infrarrojos, un emisor de infrarrojos en profundidad, cuatro micrófonos, un motor para orientarse de manera autónoma al mejor ángulo de visión y demás circuitería…) a mi me ha parecido más pequeño de lo que esperaba. Cabe con facilidad debajo o encima de una pantalla plana y, en el caso de pantalla de proyección, puede ir encima del subwoofer o altavoz central, bajo la pantalla.

Para los que pensáis que esto es lo mismo que el «Eye Toy» de la Playstation, que el mando de la Wii o que el Move de la PS3, deciros que ni por asomo. Este artilugio es lo más cercano a la realidad virtual que hemos visto en películas que ha salido al mercado a un precio razonable (149€). El sistema detecta a los usuarios mediante reconocimiento facial. La primera vez te pregunta quién eres y, desde que le contestas, te identifica cada vez que entras en su campo de visión. Tiene capacidad tridimensional, o sea, que sabe como de lejos o cerca estás, puede seguir hasta a seis personas a la vez y puede ver en la oscuridad. No está mal para empezar, ¿no? Kinect no sólo reconoce a los usuarios, también reconoce sus gestos, movimientos y ordenes de voz. Es obvio que sirve para jugar, pero no me extenderé al respecto. Me parece más interesante el resto de utilidades que tiene, si bien es cierto que al igual que muchos otros usuarios, no puedo esperar a que salga a la venta «La Guerra de las Galaxias» en versión Kinect para poder enfrentarme a Darth Vader con un sable láser… Hay cosas que un hombre tiene que hacer antes de morirse…

Intefaz gestual con Kinect
interfaz gestual con Kinect

El post se llama Kinectados porque con Kinect llega un nuevo interfaz para la Xbox 360. Se trata de una mejora sobre el anterior que profundiza en la comunicación entre usuarios. Mejora la capacidad de videoconferencia de la consola y la conectividad con redes sociales como Facebook o Live! (incluyendo el Messenger que muchos utilizamos a diario). Los que no tengáis el servicio Xbox Live Gold ya no tenéis excusa. Esto va a reducir muchas facturas de teléfono de hijos en edades, digamos, muy sociales.

En efecto, es la primera aproximación real a la videoconferencia tal y cómo se nos presenta en las películas. Una cámara de visión global con profundidad que es capaz de verte por todo el salón, con micrófonos que te «persiguen» mientras paseas y hablas delante del televisor sin necesidad de hablar a un punto específico. Es ciertos que muchos nos vemos con asiduidad, pero a mí me parece que para quién tenga familiares que vea con menos frecuencia de la deseada, esta solución es mucho mejor que la pseudo videoconferencia del PC. Ni que decir tiene que para los que tenemos niños continuamente enganchados al teléfono, esta solución es, al menos, una alternativa viable.

En cuanto al interfaz de reconocimiento gestual, esto es lo más parecido a Tom Cruise en «Minority Report» que yo he probado hasta ahora. Además, parece que Microsoft ha dado vía libre a los desarrolladores para que cada uno use los gestos que crea conveniente para moverse por sus menús, lo cual desembocará sin duda en un desarrollo continuo hacia un interfaz gestual que ya se rumorea será parte de la nueva versión de Windows.

Entrenador Personal con Kinect
Entrenador Personal con Kinect

Pero además de los juegos, de las nuevas capacidades de comunicación y de los interfaces gestuales, están otro tipo de aplicaciones, más en la línea de ocio personal, que veo interesantes. Yo llevo tiempo queriendo hacer de nuevo algo de deporte y no encuentro nunca el momento adecuado. De modo que con la excusa del Kinect, me he comprado también el «Your Shape – Fitness Evolved«, que es un entrenador personal para hacer deporte en casa. Para los niños hay una aplicación de animales y mascotas. Para los que sueñan con Fred y Ginger, también hay un par de aplicaciones para bailar. En los próximos meses veremos crecer el catálogo de juegos y aplicaciones y será entonces el momento de juzgar si la grata acogida que yo le he dado a mi nuevo cacharro es la misma que le da el resto de la gente.

Por cierto, si no tienes dos metros de espacio (aunque sea moviendo algún sillón o mesa) delante de la tele, ni lo intentes. Para una persona es necesario al menos 1,8 metros de distancia al sensor. Para dos o más jugadores, son necesarios al menos 2,5 metros. Yo he visto que funciona mejor en el rango de los 3 metros cuando hay dos o más personas.

Un último apunte. Debido a la cantidad de datos que maneja, es necesario usar un cable USB 2.0 de 480 mbps para alargar el que trae de fábrica. Estos cables sólo funcionan (sin hacer inventos raros) hasta 5 metros de distancia, por lo que la distancia entre Kinect y la Xbox 360 no puede ser (sin demasiadas complicaciones) mayor a 6,5-7 metros. Como dicen los americanos, esto lo he aprendido «the hard way»…

Fútbol Mundial

Resulta cuanto menos curioso que en estos días que llevo en el Próximo Oriente haya visto más partidos de fútbol que en lo que llevamos de temporada y pretemporada. Además, todos los partidos que he visto han sido de equipos españoles. No sólo Real Madrid y Barcelona, que sería lo típico, sino también Sevilla, Getafe, Málaga, Osasuna, Valencia, Atlético de Madrid, Racing de Santander, Bilbao, y, en definitiva, casi todos los partidos del fin de semana y de la jornada que ha habido entre martes, miércoles y jueves.

Tanto en Siria como en Jordania (al menos en los hoteles) se recibe un canal Árabe que emite íntegramente la LFP durante las 24 horas del día. Ignoro si es de pago o gratuito, pero desde luego en cuanto llegue a Casa me pongo a buscarlo en mis dos parabólicas.

En cualquier caso, no es lo único relacionado con el fútbol que tengo que contar. Lo cierto es que las típicas preguntas de otros lugares cuando te identificas como Español aquí son distintas. Normalmente al identificarte como Español en otros países en que he estado te preguntan si eres de Madrid, de Barcelona, de Sevilla o de cualquier otra capital. Por esta zona te preguntan directamente si eres del Real Madrid o del Barca. Además, que te lo pregunte un cosmopolita de Damasco o Aman puede ser comprensible, pero que te lo pregunten, como ha sido el caso, los descendientes de los Nabateos que viven en las inmediaciones de la grandiosa Petra es algo que, francamente, no esperaba. No saben decir dos palabras en Castellano, pero te recitan las alineaciones de gala de Mourinho y Guardiola de carrerilla.

Esto no viene sino a demostrar que por encima de razas, creencias religiosas, tendencias políticas y orientaciones sexuales existe un tema de máxima importancia que es común a todo el mundo: El Fútbol.

Anoche, que dormimos en un Marriot en el Mar Muerto, vimos que tenía entre sus restaurantes un Sports Bar del tipo Norteamericano y nos temimos que estuviesen poniendo algún partido de la NFL, de la NBA o incluso de la NHL. Por contra, a las ocho y media hora local, estaban ya todas las pantallas preparadas para dar en directo el partido del Real Madrid. Vale que fue una desilusión y algo tostón, pero fue emocionante tomarse una Corona con su rodajita de lima, picar unos Nachos y unas Buffalo Wings con Blue Cheese en un Bar Norteamericano de una cadena hotelera de la misma nacionalidad a 383 metros bajo el nivel del mar en plena Jordania con vistas directas a Israel al otro lado del Mar Muerto mientras veíamos a Higuain fallar una tras otra en un gran plasma.

Marriot Mar Muerto
Marriot Mar Muerto bajo el nivel del Mar